La conferencia
General sobre Pesos y Medidas modificará las medidas las cuatro unidades
básicas del Sistema Internacional de Unidades (SI), lo cual ha inquietado
y conmovido a toda la comunidad científica del mundo.
En el otoño de
2018 se producirá, hasta lo que hoy se sabe con seguridad, un acontecimiento
que quedará registrado en los libros de historia de la ciencia, incluso aun la
historia de la civilización toda.
Sucede que los
institutos nacionales de metrología están trabajando desde hace años e incluso
décadas con la máxima capacidad de medición: una revisión a fondo del Sistema
Internacional de Unidades (Système International d’unités, abreviado: SI).
Las unidades
(básicas) se van a redefinir de una forma tan fundamental que es necesario
hablar de un cambio de paradigma. Ya no va a ser más una pequeña cantidad
elegida de unidades básicas, con todas sus tramas históricas, arbitrariedades e
idealizaciones, las que le van a decir al mundo cuales son las medidas, sino
más bien una serie de constantes naturales. O sea “objetos”, que a diferencia
de cada materialización de una medida, son realmente invariables.
Actualmente el
sistema de unidades con el cual se determinan los valores de las constantes
naturales, lo que conduce a una situación notable, que los valores de las
constantes naturales cambian permanentemente porque en estos valores se
reflejan nuestras posibilidades de medición. En el futuro, se va a invertir
esta relación: las unidades se obtendrán como deducción a partir de los valores
establecidos para las constantes naturales. Si las constantes naturales son
realmente constantes, nuestro sistema de unidades tendrá entonces la base más
firme y confiable que se pueda pensar. Estas unidades serán universales en el
sentido más estricto de la palabra: se podrán aplicar en principio en todo el
universo.
El kilo
(k) es una medida basada en un objeto físico, el Le Grand K, que es un
cilindro de iridio y platino que determina lo que un kilo pesa. Hasta hace poco
era considerado el referente exacto.
Klaus von
Klitzing, Nobel de Física, explica que es difícil calibrar el cilindro ya que
cualquier contacto afectaría su peso.
El nuevo sistema
ayudará en las investigaciones científicas que requieren un elevado nivel de
exactitud. Y aunque las balanzas en todo el mundo se gradúan en función del
cilindro de cuatro centímetros, el cambio de estas medidas no afectará significativamente
en situaciones del día a día, únicamente regirá en cálculos de alta
precisión.