domingo, 21 de diciembre de 2014

BIOGRAFÍAS: Cesare Beccaria (1738-1794)


Cesare Bonesana, marqués de Beccaria.
Fue un literato, filósofo, jurista y economista italiano. En 1764 publicó “De los delitos y las penas” un breve escrito que tuvo mucho éxito entre los filósofos enciclopedistas y donde sostiene la abolición de la pena de muerte, basado en el principio de indisponibilidad de la vida humana (que sólo pertenece a Dios).

Becarria sostenía que la sociedad se funda en un contrato (teoría contractualista) que tiene por fin poner a resguardo a cada uno de sus miembros y que los mismos tienen derecho a defenderse de las violaciones de ese contrato (delitos) mediante medidas proporcionales a esas acciones (principio de proporcionalidad de la pena), y que ella tiene por fin la protección del ser humano, no su destrucción, porque ningún hombre puede disponer sobre la vida de otro hombre, porque eso no disuade de cometer delitos ni los impide.
Fundado en esos principios se interesó en la prevención de los delitos y junto con Robert Peel compartía la idea que la certeza de la pena es más efectiva que la severidad del castigo y es por eso que en su opinión pasar la vida en la cárcel era una condena peor a la muerte.

Respecto al antes mencionado principio de proporcionalidad de las penas, Beccaria sostenía que éstas tienen un carácter preventivo, en sentido general y en sentido especial. La prevención especial es la que se dirige al delincuente que ha cometido la falta, mientras que la general se refiere al conjunto de la sociedad. Sostenía también que tanto los delitos como las penas deben ajustarse al principio de legalidad, anticipando la formalización definitiva de este principio por parte de Feuerbach.
Si bien Beccaria es contrario a la pena de muerte, la justifica solo por dos motivos: Que el delincuente, aún privado de su libertad, tenga poder que interese a la nación ejecutarlo. Se refiere a delitos de rebelión y traición a la patria y que la ejecución del delincuente fuese “el verdadero y único freno”, que contuviera a otros y los separase de cometer delitos.
Otras medidas planteadas por Beccaria para la reforma del derecho penal del Antiguo Régimen fueron la abolición del tormento y la limitación del arbitrio judicial. El tormento público como procedimiento de prueba o como castigo fue ampliamente usado durante el Antiguo régimen, y en parte la obra de Beccaria es una reacción ante los suplicios y ejecuciones públicas de la época. La limitación del arbitrio judicial (es decir, que el juez esté atado al texto de la ley y no tenga capacidad para generar espontáneamente leyes penales) se explica desde el principio de separación de poderes y de la necesidad de aplicar penas prontas y seguras.
Cesare Beccaria fue uno de los más importantes inspiradores del movimiento de reforma del antiguo derecho penal continental, un derecho caracterizado en toda Europa por su extrema crueldad, por su arbitrariedad y su falta de racionalidad. Es también un pilar imprescindible para la comprensión de la vasta reforma ilustrada del siglo XVIII, inspirada en las ideas de autonomía, emancipación y lucha contra el despotismo.
Además escribió otros ensayos como Sobre el desorden monetario y su remedio en los estados milaneses (1762), Investigación sobre la naturaleza del estilo (1770) y Elementos de economía pública (edición póstuma en 1804).



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