jueves, 17 de abril de 2014

Crisis de Alto Riesgo: El Aislamiento del punto crítico.


En muchos episodios, sobre todo cuando nos enfrentamos a individuos armados, debemos considerar la posibilidad de llevar a cabo una negociación. Esto tiene su fundamento en que el uso de la fuerza a veces produce consecuencias inesperadas y sobre todo desagradables, más cuando aquellos que resultan perjudicados son los agentes del orden.

   Se cree que los enfrentamientos armados llevan  de suyo un 70% de que algo va a salir mal, es decir, alguien va a salir herido.

   Efectivamente, cuando nos enfrentamos a delincuentes armados o intentamos desarmar una persona que está a punto de suicidarse, no sabemos qué es lo que pueda pasar, sin embargo lo primero que generalmente se intenta es la resolución por el uso de la fuerza. Nada más erróneo. La primera alternativa debe necesariamente ser la negociación, por lo menos a través  de  ella  tendremos menos posibilidades de resultar lastimados, y si no da resultados, por lo menos nos posibilita obtener información de lo que realmente está ocurriendo y poner a salvo aquellas personas que no están directamente involucradas en la crisis. Sobre éste punto ya hemos hecho las consideraciones pertinentes en el artículo “Negociación en situaciones no negociables”

Las consecuencias no sólo se circunscriben a la propia integridad de las personas (lesiones y muertes) sino  también abarca para los funcionarios cuestiones de índole penal o administrativo, de lo cual los ejemplos abundan.

   En muchos casos, se han reportado lesiones y muertes a raíz de la intervención de la policía cuando son agredidos por individuos armados, o casos en que policías han resultado procesados judicialmente por abusos en el uso de la fuerza o por no utilizar otra alternativa viable.

   Generalmente, actuamos por instinto y eso no es siempre la mejor salida. Una preparación adecuada de cuales otras alternativas tenemos a nuestra mano, nos puede ayudar a resolver episodios de una forma menos violenta y nos brinda la posibilidad de ganar tiempo y prepararnos para actuar mejor en el caso que sea necesario el uso de la fuerza.

    No hay recetas mágicas que puedan aplicarse como una panacea. Es cierto, no hay un manual que nos diga en éste caso si, en éste caso no. Bajo estas circunstancias debe intentarlo, bajo tales otras circunstancias no lo intente. Pero en cada episodio donde se vislumbre la posibilidad de llevar adelante una negociación, no es mala idea intentarlo.



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Cómo citar este artículo (Normas APA):
CUELLO VIDELA, O. (2012). “Crisis de Alto Riesgo. El Aislamiento del punto crítico” Revista Digital de Criminología y Seguridad TEMA’S. Año I, Número 2. (p. 26-35).

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