En muchos episodios, sobre todo cuando nos enfrentamos
a individuos armados, debemos considerar la posibilidad de llevar a cabo una
negociación. Esto tiene su fundamento en que el uso de la fuerza a veces
produce consecuencias inesperadas y sobre todo desagradables, más cuando
aquellos que resultan perjudicados son los agentes del orden.
Se cree que
los enfrentamientos armados llevan de suyo
un 70% de que algo va a salir mal, es decir, alguien va a salir herido.
Efectivamente, cuando nos enfrentamos a delincuentes armados o
intentamos desarmar una persona que está a punto de suicidarse, no sabemos qué
es lo que pueda pasar, sin embargo lo primero que generalmente se intenta es la
resolución por el uso de la fuerza. Nada más erróneo. La primera alternativa
debe necesariamente ser la negociación, por lo menos a través de
ella tendremos menos
posibilidades de resultar lastimados, y si no da resultados, por lo menos nos
posibilita obtener información de lo que realmente está ocurriendo y poner a
salvo aquellas personas que no están directamente involucradas en la crisis.
Sobre éste punto ya hemos hecho las consideraciones pertinentes en el artículo
“Negociación en situaciones no negociables”
Las consecuencias no sólo se circunscriben a la
propia integridad de las personas (lesiones y muertes) sino también abarca para los funcionarios
cuestiones de índole penal o administrativo, de lo cual los ejemplos abundan.
En muchos
casos, se han reportado lesiones y muertes a raíz de la intervención de la
policía cuando son agredidos por individuos armados, o casos en que policías
han resultado procesados judicialmente por abusos en el uso de la fuerza o por
no utilizar otra alternativa viable.
Generalmente, actuamos por instinto y eso no es siempre la mejor salida.
Una preparación adecuada de cuales otras alternativas tenemos a nuestra mano,
nos puede ayudar a resolver episodios de una forma menos violenta y nos brinda
la posibilidad de ganar tiempo y prepararnos para actuar mejor en el caso que
sea necesario el uso de la fuerza.
No hay
recetas mágicas que puedan aplicarse como una panacea. Es cierto, no hay un
manual que nos diga en éste caso si, en éste caso no. Bajo estas circunstancias
debe intentarlo, bajo tales otras circunstancias no lo intente. Pero en cada
episodio donde se vislumbre la posibilidad de llevar adelante una negociación,
no es mala idea intentarlo.
Tiempo de lectura: 14 min. aproximadamente
Cantidad de palabras: 4080
Cómo citar este artículo (Normas APA):
CUELLO VIDELA, O. (2012). “Crisis de Alto Riesgo. El Aislamiento del punto crítico” Revista Digital de Criminología y Seguridad TEMA’S. Año I, Número 2. (p. 26-35).