En 1993 la ONU reconoció como derechos
humanos los derechos de las mujeres y el maltrato y la violencia contra ellas
como una Violación de los Derechos Humanos.
Esta
Declaración se encarga de definir la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia basado en la
pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas
de tales actos, la coacción arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la privada”.
Se trata de uno de los delitos más impunes e
invisibles que ocurren en el ámbito de la sociedad.
La Organización Mundial de la Salud afirma
que la cantidad de muertes ocurridas en ocasión o con motivo de la violencia
familiar, implican un mínimo porcentaje de los casos ocurridos, pero que denota
la gran ocurrencia de éstos hechos en el ámbito de las familias en todos los
países del mundo.