¿Quien no dejó alguna vez dinero en el bolsillo de un
pantalón, y rezongó al descubrir que había sido lavado, centrifugado y secado
al sol? O cuantas veces hemos recibido esos billetes tan estropeados, sucios e
ilegibles de lo dañados que están?
La nueva tecnología en la fabricación de billetes,
que se originó en Australia, propone como principal recurso algo poco pensado: el
polímero.
El polímero, por definición, es un conjunto de
monómeros enlazados, es una cadena de carbonos estructurada, son ejemplos de
polímeros, el poliuretano, polietileno, PVC, tergopol, siliconas,
plásticos en general, todos diferenciados en cuanto a con que otro material
interactúa el carbono.