jueves, 9 de junio de 2016

CIENCIA: La conducta agresiva en los niños entre las edades de 8 a 10: El papel del sexo y las hormonas.

Investigadores españoles han estudiado la relación entre hormonas y conducta agresiva en niños y niñas de ocho a diez años. Los resultados sostienen que los sujetos que más habían aumentado sus niveles de agresividad a los diez años eran aquellos cuyos niveles de cortisol también habían aumentado entre los dos periodos.

Una investigación de Aitziber Azurmendi, Eider Pascual-Sagastizabal, Ana I Vergara, Jose M Muñoz, Paloma Braza, Rosario Carreras, Francisco Braza y José R Sánchez-Martín, publicada en American Journal of Human Biology exploró el desarrollo de la conducta agresiva en niños de a 10 años de edad, teniendo en cuenta las posibles diferencias de sexo, así como la participación de ciertas hormonas. El estudio involucró 49 niños y 41 niñas de cuatro escuelas.
Al inicio del estudio, los niños eran de 8 años de edad y estaban en 3er grado de primaria. La segunda fase de recogida de datos se llevó a cabo dos años después (a los 10 años) cuando los niños estaban en quinto grado (primaria). Su comportamiento agresivo se midió por el directo y la Escala de Agresión indirecta, un instrumento que utiliza la calificación de pares. Los niveles de hormonas, testosterona, cortisol y estradiol fueron analizados utilizando una técnica de enzimoinmunoensayo en muestras de saliva.
Los resultados revelaron una diferencia en el comportamiento agresivo entre las edades de 8 y 10, en sólo chicos, que resultaron ser más agresivo a los 10 años Un análisis de regresión reveló que el cortisol y estradiol contribuyeron a explicar los cambios observados en el comportamiento agresivo en los niños. Niños cuyos niveles de cortisol se elevó más entre las edades de 8 y 10 fueron también aquellos cuya conducta agresiva aumento de más durante el mismo período de tiempo. Por otra parte, los niños cuyos niveles de estradiol aumentaron más entre las edades de 8 y 10 fueron también aquellos cuya conducta agresiva disminuido más durante el mismo período de tiempo.
"Estos resultados parecen indicar un efecto hormonal en la diferente conducta agresiva en función del tipo de hormona: cortisol y estradiol, añade Pascual-Sagastizabal. A mayor aumento de cortisol mayor conducta agresiva y a mayor aumento de estradiol menor conducta agresiva". Aunque lo más curioso fue observar que el cambio solo se producía en los varones. Por el contrario, las chicas mantenían una actitud más constante (ya fuera agresiva o pacífica).
Según los autores los resultados ponen de manifiesto la importancia de estudiar el comportamiento agresivo desde una perspectiva longitudinal, teniendo en cuenta las diferencias de sexo y medidas biológicas.


Fuente: American Journal of Human Biology Volumen 2, 1. Pág. 90–97, Enero/Febrero 2016.

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