El latigazo
cervical es un término utilizado para describir las lesiones de la columna
cervical producida por la hiperextensión brusca del cuello seguida de una
flexión, que a menudo resulta de una colisión de automóvil, donde de repente se
fuerza a la cabeza y el cuello a azotar hacia atrás y adelante (hiperflexión -
hiperextensión).
El uso adecuado
de los reposacabezas en los vehículos, bien ajustado en función de la altura
del ocupante del asiento, limita la amplitud de la extensión del cuello,
aliviando la tensión de cabeza y región cervical y reduciendo el riesgo de este
tipo de lesiones.
El traumatismo
puede producir lesiones de los ligamentos del cuello y a veces también lesiones
óseas. Los síntomas por lo general son el resultado de lesiones en los tejidos
blandos del cuello; los discos intervertebrales, los músculos y ligamentos. Los
desgarros musculares característicamente se presentan con un dolor ardiente,
acompañado de sensaciones de hormigueo.
Los ligamentos
afectados por el movimiento excesivo de las articulaciones pueden hacer que los
músculos se contraigan a la defensiva limitando el movimiento. El “Cuello
torcido”, una condición asociada con el latigazo cervical, se produce cuando
los músculos del cuello responsables de la rotación/ extensión de la cabeza,
hacen que el cuello se tuerza involuntariamente.
Conforme la edad
de las personas, el rango de movimiento disminuye naturalmente, los músculos
pierden flexibilidad y fuerza, y los discos intervertebrales y ligamentos
pierden un porcentaje de su elasticidad.